Esto no es un libro. Es un interruptor. Un dispositivo que corta la corriente. Y que a la vez permite que algo se ponga en marcha, que algo se encienda. Me gustaría que la lectura de este libro supusiera un «clic», un chispazo que interrumpiera una cadencia de mierda, una bajada de tensión en el movimiento LGTBQ que debe terminar cuanto antes. Y que se encendiera otra forma de hacer las cosas y de comportarnos como maricas, lesbianas y trans frente a la sociedad y las propias tendencias involucionistas que anidan entre nosotros. Si esto no pasa, este libro no habrá funcionado. No es casualidad que el último libro del filósofo y escritor Paco Vidarte tenga por subtítulo 'Proclamas libertarias para una militancia LGTBQ'. Tras numerosas incursiones en el desarrollo de la Teoría Queer -y después de su irregular aceptación por los menos iniciados en la terminología filosófica y del ensayo gay- Vidarte ha optado por abofetearnos los carrillos con realidades tangibles que acercan sobradamente sus conceptos a la cotidianidad de nuestras vidas. Lo consigue arriesgándose con la utilización de un lenguaje callejero, casi vulgar, lleno de un humor que recorre desde la leve sonrisa de complicidad a la carcajada más explosiva.