es
Joana Marcus

Ciudades de humo

Notify me when the book’s added
To read this book, upload an EPUB or FB2 file to Bookmate. How do I upload a book?
  • orihas quoted2 years ago
    —¿Por qué no viniste anoche?

    Trisha, al otro lado de la mesa, se atragantó con el agua y Jake tuvo que darle palmaditas en la espalda.
  • Solange Anahihas quoted2 years ago
    Supongo que no eres consciente de que has sido feliz hasta que dejas de serlo.
  • Ivanna Peñaloza Acevedohas quoted20 days ago
    —Número de serie: 43 —empezó a recitar, como había hecho miles de veces en su zona, solo que esta vez se sentía como si fuera a ser la última—. Modelo: 4300067XG. Creación finalizada por el padre John Yadir el 17 de noviembre de 2045, a las 03.01 de la mañana. Recuerdos artificiales implantados por vía modular. Zona: androides. Sin uso formal. Función: androide de información. Especialidad: historia clásica humana.

    Los dos chicos se quedaron mirándola y ella agachó la cabeza para levantarse la camiseta, dejando su estómago al descubierto.

    —Soy yo —repitió—. Dejad de buscar.
  • Ivanna Peñaloza Acevedohas quoted21 days ago
    Dean y Saud habían muerto. Y habían muerto porque Alice no se había entregado. Por eso habían invadido la ciudad.
  • Ivanna Peñaloza Acevedohas quoted21 days ago
    Le había preguntado a Davy si le apetecía ir con ella en una clase de Deane, mientras estiraban. Su gran respuesta había sido encogerse de hombros con poco entusiasmo.

    —Vale —murmuró—, tampoco tengo nada mejor que hacer.

    —¿No podrías fingir que te apetece?

    —Es que no me apetece.

    —Por eso se llama fingir.
  • Ivanna Peñaloza Acevedohas quoted21 days ago
    —Y ¿qué cambiará si me hace exploradora? —preguntó un poco confusa.

    —Para empezar, ya no serás mi alumna. Y yo no seré tu instructor. Max no podrá quejarse si… —Él se cortó, algo avergonzado, y carraspeó—. Es decir, que podremos hacer lo que queramos. Y tendrás una casa.

    —¿Una casa para mí?

    —O… para los dos.

    La frase quedó flotando entre ellos por unos segundos. Alice se había quedado mirándolo, sin poder creerse lo que insinuaba. Rhett, por su parte, todavía tenía las orejas rojas.

    —¿Quieres… vivir conmigo? —preguntó ella lentamente.

    —Si tú quieres…, a mí no me importaría.

    —P-pero… si tú ya tienes una habitación genial.

    —¿Quién querría una habitación genial pudiendo…? —Se calló de nuevo, enrojeciendo todavía más, y decidió cambiar el rumbo de su argumento—. Podría mudarme, no hay problema.

    —¿Traerías las películas?

    —Sí, claro.

    —Entonces, vale.

    —¿Entonces, vale? —repitió ofendido—. ¿Y si te hubiera dicho que no? ¿Ya no me habrías querido?

    —Claro que no, solo me interesan tus películas —respondió ella burlona.

    —Acabo de abrirte mi corazón y tú lo has pisoteado, que lo sepas.

    —Si te hubiera pisoteado el corazón, estarías muer…

    —Era una forma de hablar.
  • Ivanna Peñaloza Acevedohas quoted21 days ago
    —No quiero vivir en esta ciudad si no estás tú
  • Ivanna Peñaloza Acevedohas quoted21 days ago
    —Es la verdad. Lo que no entiendo es por qué le das tú tan poca importancia.

    —Porque no la tiene. A mí me da igual que un núcleo te mantenga viva… o lo que sea que hicieran para que existieras. Eres más humana que la mayoría de las personas que conozco, y eso es lo único que me importa.
  • Ivanna Peñaloza Acevedohas quoted21 days ago
    —Te desearía suerte, pero creo que la necesitará toda tu oponente.

    Trisha sonrió, divertida, bajando las gradas.

    —Mantengo la esperanza de que me toque con Kenneth. Le mandaré recuerdos de tu parte.
  • Ivanna Peñaloza Acevedohas quoted21 days ago
    —Así que eres tan mala pegando que te hiciste más daño tú que él —observó Trisha algo divertida.

    —Prefiero pensar que tengo tanta fuerza que no puedo dominarla, la verdad.
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)