comienza a apostar por la privatización de los servicios públicos buscando una supuesta «elevada eficiencia» anexada al espíritu de la empresa privada. En este contexto, el neoschumpeterismo dibuja la figura del nuevo personaje heroico: el emprendedor, sujeto creativo, flexible y atento y generador de cambio y crecimiento. Se inicia, en definitiva, un nuevo modo de gestión de la realidad, de las relaciones sociales, de los principios comunitarios. Junto a ello, de modo paradójico, la crítica que hab