Actos Humanos

¿Cuánto tiempo se quedará el alma junto a su cuerpo? ¿Aleteará como si fuera un pájaro? ¿Agitará el borde de la vela?

Te quedas observando sus ojos hundidos y ojerosos, y piensas: «¿La avecilla que se escapa del cuerpo cuando muere alguien, ¿dónde se encuentra cuando la persona está viva? ¿En el entrecejo? ¿Detrás de la cabeza como un halo? ¿Quizá en un rincón del corazón?».

¿Cuánto tiempo se quedará el alma junto a su cuerpo?

¿Aleteará como si fuera un pájaro?

¿Agitará el borde de la vela?

«Uno no debe ponerse del lado de quienes hacen la historia, sino al servicio de quienes la padecen»1.

«¿Lo de la dignidad humana es un engaño y en cualquier momento podemos transformarnos en insectos, bestias o masas de pus y secreciones?».

Haremos que caigáis en la cuenta de lo ridículo que fue que agitarais la bandera y cantarais el himno nacional. Os mostraremos que no sois más que unos cuerpos sucios y malolientes, masas de carne con llagas supurantes, alimañas hambrientas.

Supe que lo que nos había hecho permanecer allí eran esas pieles, esos cabellos, esos músculos y esas entrañas.