El presente libro se encuentra estructurado en tres partes bien diferenciadas. En la primera, se examina la relación que existe entre el constitucionalismo latinoamericano y el estadounidense. En particular, se examina la idea ampliamente difundida de que Latinoamérica es un mero espacio de reproducción y difusión de la producción constitucional estadounidense (o de algunos países de Europa continental) y que Estados Unidos es un contexto de producción de conocimiento jurídico universalizable y exportable al mundo entero. En la segunda parte del libro, se examina críticamente la experiencia que ha tenido Latinoamérica tanto con el constitucionalismo liberal como con el radical durante los últimos 25 años. Por un lado, se analiza la experiencia de países como Colombia, México y Argentina con el modelo constitucional liberal y, por el otro, se hace un balance de las experiencias ecuatoriana, boliviana y venezolana con lo que comúnmente se conoce como el socialismo del siglo XXI o el constitucionalismo radical. En la tercera parte, se examinan algunas de las fortalezas del modelo constitucional estadounidense, la idea de que su influencia global supuestamente se ha debilitado, así como algunos de los caminos que podría tomar en el futuro.