Muchas veces la línea entre la realidad y la ficción es muy delgada, incluso imperceptible. En este caso, el grosor de esta línea solo la podrá determinar el lector, si es que logra depositar un voto de confianza en el autor.Y es que en estas páginas el día a día se disfraza de irrealidad, se mezclan los sueños, se suman promesas con aventuras y personajes oníricos.El pacto no s sumerge en una historia increíble que toma vida luego de que John Jiménez decide cumplir una promesa, la cual, para llevar a cabo su cometido, obliga a abrir caminos que conducen a un mundo insospechado y que, al recorrerlos, pondrán incluso su vida en juego.Juan Carlos Hurtado dice que en estas páginas hay más realidad que ficción. Nadie mejor que usted, estimado lector, para descubrir los límites aquí planteados.