Si hoy se discuten las reformas que deben hacerse a la Constitución y cuál es la manera más democrática de efectuarlas, conviene recordar cómo se aprobó originalmente: con un plebiscito, el 11 de septiembre 1980, carente de toda legitimidad, sin registros electorales y con vocales de mesa designados, y sin libertades de prensa, reunión y movimiento. En estas páginas, Claudio Fuentes despliega todo su talento narrativo y pericia como investigador para documentar un acontecimiento crucial en la historia de Chile.
«Pese a las correcciones introducidas, la Constitución sigue siendo la principal atadura que nos liga como país a la sociedad de la dictadura. Esta crónica, rigurosa, ágil y abierta a las nuevas generaciones, desentraña la estructura del gran engaño que fue el plebiscito del 80». Manuel Antonio Garretón
«Recuperación apasionante, con detalles divertidos y hasta desvergonzados del contexto en que se aprobó la Constitución del 80. Mi gran duda es si la ilegitimidad de origen la invalida para siempre. Porque bajo esta Constitución Pinochet fue derrotado y Chile se abrió a uno de los mejores períodos de su historia». Héctor Soto
«Una contribución fundamental a la actual discusión constitucional. Queda claro que vivimos, como sostuvo Frei Montalva en una intervención registrada aquí, bajo reglas que dejan al pueblo en interdicción. Al igual que El pacto, el libro anterior de Claudio Fuentes, El fraude es insoslayable para entender la realidad política chilena». Fernando Atria.