Gracias a la ciencia, la actual es la época histórica en la que, a pesar de los pesares, la gente vive en mejores condiciones. Pero, al igual que organismos vivos y entes sociales están expuestos, a la vez, a amenazas procedentes del interior y peligros del exterior, la ciencia, como empresa colectiva, se encuentra sometida a riesgos externos e internos. Los internos son los más insidiosos. Conciernen a quienes formamos parte del sistema; por eso nos interpelan de forma directa. Este libro trata de identificar los males de la ciencia para ponerlos de relieve, advertir del riesgo que representan y señalar la necesidad de ponerles remedio.
Comienza con una descripción somera de la ciencia y sus valores. El repaso de los males que la aquejan se inicia con la desigualdad de oportunidades para su disfrute y ejercicio. Continúa con sus problemas de funcionamiento y, en particular, del sistema de publicaciones. Vienen después las malas prácticas, la falta de integridad y sus consecuencias: la mala ciencia. Analizamos a continuación las implicaciones éticas de la actividad científica. El repaso de los males termina con su relación con la política y la comunicación. En el último capítulo nos ocupamos de los remedios que tienen los males de la ciencia.