la búsqueda de la felicidad consiste en la difícil conjunción, en el equilibro adecuado, entre deseos y libertad. La esencia del ser humano es el deseo; la forma de satisfacerlo es lo que nos hará más o menos humanos. Y, en la medida en que consigamos intensificar la humanidad en nosotros y en nuestro entorno, seremos más o menos felices.