La historia de una familia marcada por la ambición, la traición y las intrigas, sobre la que, sin embargo, existe una leyenda negra que los presenta como los monstruos que no fueron. Si existe una familia en la historia a la que pueda relacionarse con las intrigas esa familia es la familia Borgia, esta saga valenciana ha pasado a la historia en medio de innumerables historias de ambición, traición, crímenes de estado y crueldad bélica. La leyenda tiene parte de razón como nos explica Los 7 Borgia, los Borgia fueron una familia que administró el poder de un modo sibilino, mediante enlaces matrimoniales, envenenamientos y campañas militares, pero no deja de ser también cierto que este modo maquiavélico de administrar la justicia era una práctica habitual en los políticos del Renacimiento. Los métodos del papa Alejandro IV y los de su hijo, el caudillo César Borgia, no eran ajenos a las demás casas nobiliarias de la época. Ana Martos nos presenta un riguroso trabajo histórico que, por las características de la familia que nos presenta, tendrá un tono narrativo lleno de fuerza y viveza. Comienza la historia con el nacimiento de Alonso de Borja, de origen humilde pero que acaba con los últimos reductos de la facción rebelde del papa Luna, eso le llevará a ascender socialmente y conseguir ser nombrado papa con el nombre de Calixto III, desde ese momento, cambiará su apellido por el de Borgia y devolverá los favores a los familiares que le apoyaron. Ese será el inicio de la saga de los Borgia, el sobrino de Alonso, Rodrigo, será el papa Alejandro IV, un político astuto que no dudará en usar el poder militar de su hijo César y el encanto de su hija Lucrecia para aumentar el poder del Vaticano. Estos medios poco nobles serán los que gesten la leyenda de incestos y envenenamientos que acompaña a los Borgia, gestada principalmente en Francia, rival de España por la hegemonía mundial.