Hugo tiene diez años y siempre se ha sentido raro porque es tartamudo. Esto le ocasiona problemas con sus compañeros y también con sus maestros, que con frecuencia pierden la paciencia con él. Vive resignado a ser el blanco de las burlas, hasta el día que a su salón llega un alumno nuevo que tiene dislexia. Al ver que Bernardo también se vuelve una víctima, se le ocurre que formen un club para defenderse de los burlones y los abusivos. Uno a uno se van uniendo los compañeros “raros”, hasta que en el club están todos los del salón, menos el que siempre los molesta: ahora él es el raro. Un día reciben la visita de un escritor en la escuela, y gracias a él, Hugo descubre que llegará el día en que superará su problema.