¿Hasta dónde puede llegar la ciencia? ¿Y hasta dónde el atrevimiento de Allais? Como un Verne risueño e irreverente, precursor de Breton (quien lo incluye en su Antología del humor negro), de Queneau, de Vian, Alphonse Allais se zambulle de lleno en los tópicos más variados del progresismo cientificista de entresiglos y no deja títere con cabeza. En esta amplia selección de elegantes y exquisitos dardos, el genial bon vivant y fumista impenitente da sobrada muestra de su dominio del género corto, la sátira social y la ironía costumbrista. Ningún rincón de la ciencia queda a salvo de su ingenio; ninguna posibilidad de experimentación resulta inexplorada. Pero su pluma alegre y voraz no solo destripa temas: también el lenguaje se ve sometido a un diver— tido escrutinio. Allais es el cronista de la París imposible, tierna, entusiasta, cercana: lo leen los ilustrados y las clases populares. Inventor del café soluble, de los soportes mecánicos para reemplazar el papel, de mil y un artilugios y ocurrencias, Allais nos lleva a recorrer el mundo sin moverse del bar de la esquina. Quienes lo hayan leído, encontrarán aquí nuevos motivos de asombro y deleite; quienes no lo conocían, agra— decerán esta cuidada introducción a uno de los maestros del humor y la anticipación literaria en toda regla.