Por favor, realiza este ejercicio varias veces más. Puedes utilizar otras preguntas, del tipo «¿de qué color será mi próximo pensamiento?», «¿a qué olerá mi próximo pensamiento?» o «¿a qué se parecerá mi próximo pensamiento?». La pregunta no es lo importante, sino permanecer atento. La atención descubrirá el intervalo, el espacio entre pensamientos. Ese intervalo es conciencia pura. Puede ser fugaz, pero no por eso deja de aparecer. Al ir siendo consciente de esta pausa mental, ésta empezará a obrar su magia en ti.