Si somos sinceros, tenemos que reconocer que hay muchas cosas que no comprendemos sobre Dios. No tenemos respuestas finales para los profundos problemas de la vida, y aquellos que dicen tenerlas viven en cierto grado de espejismo. Hay cuestiones de misterio en nuestra fe cristiana que están más allá de la erudición más aguda o aun de los más profundos ejercicios espirituales.
Para muchas personas, estos problemas suscitan tantas preguntas e incertidumbres que la propia fe se convierte en un forcejeo, y se cuestiona la misma persona y el carácter de Dios.
Chris Wright nos alienta a enfrentar las limitaciones de nuestro entendimiento y a reconocer el dolor y la pena que a menudo pueden causar. Pero como el autor del Salmo 73:28, quiere estar en condiciones de decir: <>.