En la Expulsión de la bestia triunfante, Bruno acomete una reforma moral en pro de los valores de la verdad y de la ley, la superación de los particularismos religiosos y un espíritu crítico que representa Momo, el dios burlón por antonomasia. Bruno da a su reforma un encuadre cósmico y la forma de diálogo entre los dioses que llevan a cabo la expulsión y representan las facultades humanas.