Catalina de Rusia reúne en sí todos los ingredientes de las grandes mujeres de la historia: lleno de luces y sombras, su reinado osciló entre la ilustración del pueblo y el despotismo aplicado con puño de hierro. Tras la muerte del zar Pedro III, Sofía Federica Augusta de Prusia se convierte en Catalina de Rusia, Catalina la Grande será llamada con el tiempo. Su reinado estuvo marcado por la modernización de su pueblo, la entrada de la Ilustración en Rusia, el apoyo incondicional a la nobleza y una beligerancia exterior que tenía como fin devolver la hegemonía europea a su país. Pero Catalina la Grande no nos narra únicamente la incidencia de la zarina en el contexto sociopolítico de su tiempo, también es una novela que ahonda en la vida interior de esta polémica mujer. Inteligente estratega, administradora sagaz, culta y refinada y de una lujuria desbordante, Catalina de Rusia es, sin lugar a dudas, una de las personalidades más relevantes del S. XVIII. Realiza Silvia Miguens en esta obra, un ejercicio de estilo encaminado a dotar al texto de todos los matices que caracterizaron a la monarca. Cada capítulo viene precedido de un extracto de sus propias memorias que alinea la novela en la tradición de la mejor novela histórica y dota de realismo una vida que, siendo meticulosamente históricos, no deja de estar muy cerca de la ficción. Utilizará dos tiempos permitiéndonos viajar de la infancia de Catalina -enferma, fea y falta de cariño— al reinado de la monarca «ilustrada, excesiva, intrigante y despótica— dándonos así la dimensión exacta de esta mujer desbordante. Y combina dos voces, la de la propia zarina y una voz objetiva que da cuenta de la incidencia de esta mujer en su país y en su tiempo. Razones para comprar la obra: — Catalina la Grande es un personaje que merece ser recordado no solo por sus actos políticos sino porque es una de las figuras más emblemáticas del S. XVIII.