Mientras leas este libro, pensarás: ¡Esto es exactamente lo que a mi me pasa! Si te reconoces en alguna de estas páginas, también puedes tener la seguridad de que otros lectores mayores comenzarán a comprender mejor el mundo del adolescente, lo aceptarán y lo amarán así, tal como es, y lo ayudarán a ser lo que será. Además, encontrarás ayuda para contar a otros la nostalgia de una etapa donde se pide a gritos la ayuda de un adulto, porque, aunque varíen las circunstancias, en el fondo, los jóvenes experimentan sensaciones semejantes mientras van construyendo su individualidad. Y los padres de hoy recordarán las experiencias vividas en su propia adolescencia y aprenderán a escuchar a sus hijos, a no hablar tanto, a dejar que el adolescente se exprese, a no sermonear, a entender el mundo de sus hijos.