Cinco golpes de genio

lo chalado que estaba el escritor al forrar su cuarto de corcho para no escuchar ningún ruido mientras escribía una de las obras más lentas e importantes de la historia de la literatura.

Alegoría aparte, la técnica del iceberg, en este relato, consiste en amueblarnos la habitación con todos los ingredientes que componen un estado de desequilibrio mental, pero sacando la cama: la depresión de Seymour. Sentimos que nada está claro, que todo el tiempo «falta algo», y ese algo llega con un disparo impredecible. ¿Por qué se suicida, en definitiva, Seymour Glass? Recuerda nuestra premisa: Lo más importante nunca se dice. La Historia 2 está fuera del relato.

Seymour, a través de ese beso, tal vez se ha despedido de la vida, de lo único realmente inocente: la niña Sybil. Luego vendrá el disparo en la sien derecha.

No se nos dejó ver con claridad la línea depresiva de su comportamiento.

, durante todo el relato, ha sido muchas cosas, menos depresivo:

¿Aquí qué ha pasado? Y yo que pensaba que el majara iba a cargarse a Muriel. Seymour era, exactamente, un suicida. Hemos asistido al último día en la vida de Seymour Glass, a esos momentos previos a que se suicidara de un balazo. Y ahora hagámonos la siguiente pregunta: ¿cuál es el estado psicológico y anímico que comúnmente vinculamos al suicidio?

Es el disparo más impredecible y sonoro de la historia del cuento.

ero también podemos pensar que Seymour es un hombre tierno, atormentado e incomprendido, y que quiere a Sybil y por eso ha estado jugando con ella. Resumiendo, Seymour es: tierno, inteligente, extravagante, impulsivo, tal vez pervertido, tal vez peligroso, y con un peculiar sentido del humor.

Cuando salimos de este bloque no nos cabe la menor duda de que Seymour tiene un problema

Seymour besa uno de los pies de Sybil y decide que ya es suficiente. Cambia bruscamente de humor, es hora de retirarse. Qué alivio. La tensión se ablanda, se le quita la válvula a la olla de presión, pero ¿qué ha sido todo esto?