hombres, se hizo un profundo tajo en cada muslo, cortando los músculos perpendicularmente e, incapaz de tenerse en pie, cayó en medio del grupo del que después de un rato fue sacado a rastras por tres o cuatro parientes femeninos –su madre, su esposa y sus hermanas–, que inmediatamente aplicaron sus bocas a las heridas abiertas, mientras él yacía en el suelo, agotado... La ceremonia del luto es complicada, y la omisión de la conducta apropiada indicaría una falta de respeto que suscitaría gran resentimiento en el espíritu del fallecido