Cabe destacar, entre ellas, la comprensión, la memoria y el aprendizaje, la sensación de cómo y por qué nos sentimos de un modo determinado, la “lectura” de las emociones ajenas y el establecimiento de buenas relaciones interpersonales.
Viéndolo de esta manera, es más apropiado separar la atención en actividades más simples que nos puedan ayudar a mejorar por separado las partes de nuestro enfoque total.