Carcoma es el escenario textual del consumo, de la voracidad, del desecho, es una metáfora del individuo y de su capacidad transformadora de la realidad, de la metamorfosis y los procesos de cambio que afectan a nuestras vidas. Transita el dolor, los recovecos del humor más cruel, el perdón, la identidad, el azar, la pérdida, el destino, la mentira y la emancipación del individuo. Lo etéreo y lo espontáneo tienen en Carcoma el espacio para hacer irrepetibles vivencias entre lo real y lo irreal.
Dividida en cinco secciones: Caja de insectos, Desperdicio cero, Patrón larvario, Entre la savia y Triturador de pesadillas; la obra consta de setenta microrrelatos que dibujan un patrón en la madera de nuestra memoria a través de las imágenes que evoca y crea para, a vista de pájaro, reconocer nuestra propia huella vital.