El sueño de la Inteligencia Artificial

También plantea la posibilidad de simular mentes infantiles en lugar de adultas, esto es, máquinas que aprendan y, como conclusión, deja abierta una puerta al futuro:40

Esperemos que las máquinas lleguen a competir con el hombre en todos los campos puramente intelectuales. ¿Pero cuáles son los mejores para empezar? También es una ardua decisión. Muchos piensan que lo mejor es una actividad de naturaleza tan abstracta como jugar al ajedrez. Ta

Unos de los primeros animales «cibernéticos» fueron las tortugas Elmer y Elsie, creadas por el neurólogo Willian Grey Walter.

Alan Turing quien trataría de encauzar el camino cuando, en 1950, publicó «Computing machinery and intelligence»,

Los Laboratorios Bell grabaron un breve vídeo de Claude Shannon describiendo su inv

Dos de los primeros especímenes de este tipo fueron las tortugas robóticas Elmer y Elsie, que mostraron comportamientos que se podrían considerar «inteligentes» e impredecibles. Las construyó William Grey Walter, un neurólogo estadounidense, entre 1948 y 1949 con apenas dos sensores —uno fotosensible y otro sensible a los choques— y dos motores —avance y giro—. Eran autónomas, capaces de moverse por una sala sorteando obstácu­los, y sabían volver solas a su punto de recarga cuando se les acababa la batería. Eran muy parecidas a un aspirador robótico moderno, solo que sin las funciones de navegación o limpieza.37

en 1952, Von Neumann planteó la posibilidad de crear autómatas celulares autorreplicantes que podrían ensamblarse para dar lugar a organismos no biológicos más complejos. Lo que estaba proponiendo era un modelo evolutivo por ordenador que hoy, en términos de software, entenderíamos como virus.

Incluso desde su aproximación más básica, John von Neumann tampoco pudo evitar comparar un computador con un cerebro. Se unió a todos aquellos que ya empezaban a especu­lar con vida e inteligencia mecánicas, como Claude Shannon, Alan Turing y Norbert Wiener, y, en su caso, se sumergió de lleno, no en los procesos más complejos, sino en los más básicos de la biología: la replicación.

Tan solo con que la humanidad pueda seguir el ritmo de lo que está creando, seremos capaces de adentrarnos en el espacio, más allá de la Luna».3

La cibernética estudia las funciones de control —regulación de los sistemas, comportamiento, etc.— y comunicación de los seres vivos y las aplica a las máquinas. Esto es: cómo un sistema interacciona, entiende, gestiona, utiliza, e incluso colabora, en los flujos de información que existen en su entorno.

Warren McCulloch y Walter Pitts, un neurólogo y un lógico matemático, fueron dos de esos pioneros. En 1943 dieron un paso adelante y crearon el primer modelo matemático de neurona artificial en su artícu­lo «A logical calculus of the immanent in nervous activity». En él plantearon por primera vez la posibilidad de cambiar un computador electromecánico por una red neuronal artificial que pudiera imitar la forma de aprender de nuestro propio cerebro.