John McCarthy, en 1958, había roto una lanza a favor de lo que se acabaría conociendo como inteligencia artificial simbólica en su artículo «Programs with common sense». Esta sería la corriente predominante desde mediados de la década de los cincuenta hasta los años ochenta. En ella, prevalecería una perspectiva de la inteligencia artificial basada más en la manipulación de símbolos y relaciones que en el análisis de datos —que sería el enfoque predominante más tarde, en el siglo XXI, con la llegada de internet—. Se buscaba generalizar los procesos cognitivos del cerebro a través de la inferencia lógica formal y los algoritmos.