En el siglo III a. C., Ctesibio, director de la biblioteca de Alejandría y discípulo de Arquímedes, fabricó bombas neumáticas y de agua, así como relojes (clepsidras). También se dice que creó una estatua de cuatro metros y medio que era capaz de sentarse y levantarse, construida para la Gran Procesión de Ptolomeo II en el año 285 a. C. Más o menos en la misma época vivió Filón de Bizancio, a quien se atribuye la invención de un precursor del giroscopio, un dispositivo mecánico giratorio basado en la conservación del momento angular —una especie de peonza—, que se usa hoy en día para mantener o cambiar la orientación de un vehículo o dispositivo