Cuando pienso en libertad, salir..., no quiero ser presidente, no quiero tener un auto, no quiero comprarme una casa. Mi fantasía es ir al campo, tomar mate debajo de un árbol, buscar el verde, buscar la distancia. Yo no tengo distancia. Uno de los problemas es que estás tan acostumbrado a la corta distancia que la larga distancia te marea. Cuando estaba en la 20, a veces a la noche me las arreglaba para ir cerca de un patio que había, y podía mirar las estrellas. Y mirar las estrellas me mareaba. Lo más lejos que yo puedo mirar es esa pared. No estás acostumbrado.