El Libro del Ego

el hombre ha elegido las complejidades incluso donde no hay necesidad de complejidad, por la sencilla razón de que con ella puede seguir desarrollando y fortaleciendo su ego.

En última instancia, el nombre y la fama carecen de importancia; lo único que cuenta a la hora de la verdad es cómo hayas vivido cada momento de tu vida. ¿Con alegría? ¿Como una fiesta? ¿Has sido feliz con las pequeñas cosas?

De qué le sirve a un hombre ganar el mundo si pierde su alma?"

Solo puede darse el crecimiento si existe la imperfección.

La idea misma de la perfección ha llevado a la humanidad entera a la locura. Pensar en términos de perfección significa pensar en términos de ideología, objetivos, lo que debería y no debería hacerse.

DA IGUAL: ser presidente de tercera clase o zapatero de primera clase. Lo satisfactorio es disfrutar de lo que haces, poner todas tus energías en ello, no desear ser ninguna otra persona, sino desear ser lo que eres, y coincidir con naturaleza en que el papel que se te ha asignado en esta obra es e! papel adecuado

El verdadero cambio que se tiene que producir no es de lugar, no tiene que producirse fuera, sino dentro.

Jesucristo dice: «Dios es amor», pero Dios nos tiene preparado el infierno. Si Dios fuera amor, lo primero que habría que destruir sería el infierno; habría que quemar, que destruir inmediatamente el infierno. La sola idea de ese infierno muestra a un Dios celoso, pero Jesucristo nació judío y vivió y murió como judío. No era cristiano ni jamás oyó la palabra «cristiano».

A menos que la humanidad se olvide de la idea de la perfección, nunca estará cuerda.

El perfeccionismo es el origen de todas las neurosis.