La tragedia es la forma dramática que presenta personajes cuya relación es igual a la que hay entre autor y personaje; se comportan como el autor de un texto dramático y se experimentan como personajes en un texto dramático. El destino trágico presentado por la tragedia es el efecto de una autorreflexión: un reflejo o una repetición del cómo de la existencia dramática en el qué del actuar dramático.
El autor analiza la tragedia a partir del estudio de varias obras y autores, en especial la tragedia clásica con su centro en Edipo Rey, el Hamlet shakesperiano y el teatro de Samuel Beckett. Menke aborda la actualidad de la tragedia a partir de su teatralidad y de las paradojas que su teatralidad hace surgir.