Donde él mordió una vez, piensa, tan hambriento – como si el cuerpo de ella fuera su alimento, inagotable. Lo miró – con los ojos cerrados, de rodillas – él ante el cuerpo desnudo de ella (erguido): lo miró comer.
El lenguaje, dijo él, es lógico (segundo curso: Teoría de la Literatura en la Sociedad Contemporánea) hasta ser sublime.