el amor, no obstante las rupturas, los duelos, los engaños y los desengaños, le canta a Irene, la diosa griega de la armonía: a un nivel invisible el amor se distribuye a lo largo de la vida de un modo tal que encaja de forma orgánica. Aunque no nos demos cuenta, o aunque lo sintamos como un desgarro, el amor respondería a un orden.