La magia por semejanza, llamada también imitativa, está basada en la creencia de que lo semejante produce lo semejante. La maga puede producir el efecto deseado tan solo con imitarlo. Este principio actúa en las danzas o los palos de lluvia, que pretenden imitar el ruido de la lluvia para que esta se produzca. O en los rituales vudúes, que infligen a una imagen o a una fotografía el daño que desearían hacer a la persona que representa en la creencia que sucederá así.