No puedes verlos, pero están aquí: los microbios. Luc no ignora que es un poco bajito para su edad; tiene la certeza de que la ausencia temporal de su mejor amigo será un fastidio; intuye que tal vez su madre nunca logre sacudirse la misofobia, y le consta que su hermana es una plasta. Pero duda de lo que siente su corazón y tampoco tiene idea de qué lo aguarda en aquella carpa apartada del circo triste que acaba de llegar a la ciudad. Si le dieran a elegir, ¿querría saber?