El narrador, un profesor de ciencias en la universidad, es un ciborg, tiene un brazo inteligente. Desde esta experiencia, interpreta la realidad de la computación y en general, los límites de la inteligencia humana. Sus teorías se entremezclan con una investigación: la naturaleza de un artefacto que aparece en el pliegue de un cerebro registrado en un TAC.
Se trata de una novela de Ciencia Ficción, quizás en la categoría de Cyberpunk, escrita por un neurocientífico. Recuerda a la Metamorfosis de Kafka, aplicada a la especie humana, al homo sapiens en la actualidad. Y como es tradición en la ciencia ficción buena, nos abre a imaginar posibles mundos futuros que pueden nacer del actual.
A través de un lenguaje científico y poético, de conversaciones deshumanizadas, de descripciones que surgen de una imaginación desbordante, nos vemos reflejados en una extraña sensación. Lo más inquietante es que podemos reconocer esa sensación en nuestra vida cotidiana.
La novela, escrita originalmente en inglés, ha tenido una gran acogida en Estados Unidos por las revistas interesadas en la literatura más experimental.