Escrita en 1903, esta novela no es producto de las lecturas sino de la experiencia directa del autor, que retrata la vida nocturna, las tertulias, las fiestas y los arrabales de la capital mexicana que le tocó vivir. A través de la historia de una campesina que se convierte en prostituta, Gamboa nos lleva por una ciudad pecaminosa y oscura. A diferencia de Naná de Zola, a quien el autor mexicano conoció en 1893 y de quien recibió una influencia determinante para su obra, Santa provoca compasión y no odio.