Este libro es una trilogía sentimental por dos razones: la primera es que en él hay tres novelas –Un pasado para Micaela, La didáctica vida de Aníbal Grandas y Malena tiene pena, originalmente publicada como La hora de los cuerpos— en las que los sentimientos siempre revalorados y reinterpretados son los móviles desde los cuales todo ocurre y cada personaje tiene sentido; la segunda es que el amor no puede ser menos que una trilogía, es decir, en este libro hay amor porque no hay monogamia.