Esta novela corta publicada por entregas a finales del siglo XIX, pese a tener casi apariencia de un cuento o como, en palabras de su propio autor, «una anécdota», es una de las obras más renombradas de Henry James.
Construida en torno a solamente tres personajes, cuenta la historia de un crítico literario que en sus ansias por hacerse con las cartas de amor que su ídolo (el ficticio poeta norteamericano Jeffrey Aspern) se intercambió con una amante en su juventud, logra colarse como huésped en la casa en la que esta mujer, ahora anciana ya, vive con su sobrina.
Pese a que los personajes que la protagonizan son ficticios, la historia está sin embargo inspirada en una anécdota de la vida real que el autor escuchó una vez estando de paso en Florencia.
Ambientada en Venecia, esta ciudad única es el escenario ideal para darle vida al ruinoso palacio en que viven anciana y sobrina, las señoritas Bordereau, con la decadencia y majestuosidad que inspira su entorno.
El suspense y la intriga están servidas, de alguna forma nos recuerda a una búsqueda del tesoro, con un final inesperado, y su lectura tan fácil y fluida hacen que sea una forma de acercamiento perfecta para que aquéllos que quieren descubrir a este autor, con fama de complicado, puedan hacerlo con una sensación de ligereza.
Como ocurre con las obras de James, el lector tiene la sensación de que la historia podría haber ocurrido ayer mismo, ya que la vigencia de su narración, la exquisitez de su lenguaje y su relato son tal que casi sin darnos cuenta nos sorprende con su atemporalidad.
Henry James (1843 — 1916) fue un escritor y crítico literario estadounidense y nacionalizado británico, conocido por sus novelas y relatos basados en el punto de vista, técnica que le permitió el análisis psicológico de sus personajes. Narrador de dramas costumbristas, también se interesó por el género de intriga, suspenso y lo sobrenatural.