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Lucía Lijtmaer

Casi nada que ponerte

  • Maggiehas quoted6 months ago
    Cuando Simón ve a Jorge, descubre en él a un muchacho tímido e inseguro, responsable, bueno y cultísimo
  • Maggiehas quoted6 months ago
    Qué sucedió entre el primer ataque psicótico de Simón en el servicio militar y su llegada a Buenos Aires
  • Maggiehas quoted6 months ago
    Las tres horas que separan las diez de la mañana de la una de la tarde son su ventana de libertad,
  • Maggiehas quoted6 months ago
    El deber y el sacrificio son necesarios para llegar a un estado llamado “el Bien”», recita. Se lo enseñó su madre de pequeño y, de tanto repetirlo, esta idea fija acaba siempre regresando a su cabeza
  • Maggiehas quoted6 months ago
    Me plantea muchas preguntas, hasta que quedo un poco anestesiada.
  • Maggiehas quoted6 months ago
    observo a Cecilia, que me ha acompañado a la estación y se halla al otro lado del vidrio sucio, mirándome con expresión fiel y maternal.
  • Maggiehas quoted6 months ago
    pasa siempre en ese país donde el nombre con el que naces no es más que un dato circunstancial antes de que alguien llegue y te bautice con el consabido alias para el resto de tus días
  • gonzalo ortegahas quoted10 months ago
    Pienso en tatuarme una bala perdida si me quedo a vivir aquí.
  • XRicardo CartasXhas quotedlast year
    Aires a esas horas, se filtra una luz dorada. La casa de piedra parece casi negra en la oscuridad, aunque de día sea de un gris claro, adusto, monumental
  • XRicardo CartasXhas quotedlast year
    de Buenos Aires, cada vez más cubiertas de excrementos, no resulta fácil imaginar que él se encuentre ahí arriba, recortando figuritas de papel.
    Hay una luz dorada en la ventana, se aprecia desde afuera. La gente camina con la mirada al frente, puesta hacia la plaza de Mayo, y no se fija en que, en el segundo piso de esa casa señorial, situada junto al parque de la plaza Vicente López, prácticamente el único lugar fresco en Buenos
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