Considerada como la culminación de sus reflexiones, con las que trabaja la epistemología en nombre de lo gradual, de lo continuo, de lo dinámico, de lo afectivo, esta obra busca contribuir a la construcción de un verdadero edificio teórico actualizado de los fundamentos de la semiótica, en diálogo permanente con los autores clásicos de la poética y de la reflexión sobre las formas simbólicas.