Si hay un escritor europeo que en los últimos años se haya confirmado como un maestro absoluto de lo fantástico, es, sin lugar a dudas, Michael Ende. Ende ha calado muy hondo en la sensibilidad y la imaginación de gentes de todas las edades porque posee las claves para dotar a cualquier realidad, aun la más cotidiana, de un aura fantástica.El espejo en el espejo es una de las muestras más depuradas del talento de Ende para revelarnos la poesía de aquello que está en esa imprecisa frontera que existe entre lo real y lo irreal. Vastos escenarios que tienen algo de ciencia-ficción, rincones de una casa solitaria, paisajes misteriosos, escenas cuya crueldad queda velada por la maestría literaria del autor… En El espejo en el espejo el mundo fantástico del autor de La historia interminable se refleja en una serie de narraciones breves unidas por una común reflexión sobre el sentido de la vida, sobre el espíritu, sobre la conciencia. Ende es un mago. Un mago que sabe pulsar aquellos resortes que disparan nuestra imaginación, que la agradan; y nos hace entrar en un reino secreto, lleno de gozo y de terror, de horror y de placer, de sabiduría, de experiencia…