Sobre las altas montañas, las nubes colgaban cual grandes y oscuros telones, y debajo de ellas viajábamos por el túnel cuando, de pronto... se me reveló esa luz maravillosamente brillante que constituye la belleza del sur, reluciente como mármol blanco. Eso influiría en toda mi obra posterior, incluso cuando el contenido no fuera siempre hermoso» [