Obra magna de uno de los teólogos reformados más grandes de Estados Unidos, representativa, por otra parte, de lo mejor de la teología protestante basada en la Palabra de Dios. Es el resultado de cincuenta años de enseñanza en el Princeton Theological Seminary, escrita casi al final de una vida dedicada al estudio, la escritura, la predicación y la formación de estudiantes aspirantes al ministerio cristiano.
Hodge combina la piedad con la erudición, estudiando con sumo esmero las doctrinas básicas de la fe cristiana. El lector seguirá la historia de las doctrinas más centrales desde el siglo primero, su formulación bíblica, y en muchos casos su historia a lo largo de los seis primeros concilios y a través de las grandes Confesiones Reformadas. También advertirá cómo el autor contrasta las doctrinas bíblicas con las tendencias racionalistas y filosóficas que, habiendo hecho un gran impacto en Alemania desde el siglo XVIII, dejaron sentir amargos efectos en el siglo XIX y hasta nuestro siglo, dando una aparente justificación intelectual a la incredulidad y al ateísmo.
Tan sólo la perspectiva escatológica, postmilenialista, que es una de las características históricas de la Teología Reformada, puede ser quizá el punto en que muchos lectores discreparán. Pero nadie debería olvidar que el cristiano está llamado a juzgar todas las cosas, todas las humanas formulaciones, todas las enseñanzas, por medio de la piedra de toque de la Palabra de Dios, y por ella, en oración y dependencia de Dios, formar su propia su visión. Y que en todo caso, el valor intrínseco de esta obra magna en todas las demás ramas de la ciencia teológica, compensa sobradamente cualquier posible desacuerdo escatológico del lector con el gran teólogo de Princeton.