Cuando ingresa al Collège de France en 1982, Pierre Bourdieu está especialmente interesado en reelaborar sus propios conceptos con vocación de síntesis y divulgación. Por eso, decide dedicar nada menos que cinco años a un curso de sociología general. Si en los primeros cursos se concentra en las nociones de habitus y campo, en el presente volumen, que corresponde a los últimos dos años, pone el foco en el poder, es decir, en los modos en que se distribuyen las diferentes especies de capital –el económico, el cultural— en cada campo del mundo social: el artístico, el científico, el político, el jurídico, el religioso.
Quien habla en estas clases es un Bourdieu preocupado por la embestida neoliberal, que se traduce en desempleo masivo y estigmatización creciente de los inmigrantes. Contra las perspectivas ingenuas que preguntan quién gobierna, dónde están las clases dominantes o las personas poderosas, si el poder viene de arriba o de abajo, Bourdieu nos invita a abandonar las miradas complotistas, las que ven de un lado una manipulación incesante y, del otro, la servidumbre voluntaria, la complicidad o la traición. Si el poder simbólico solo se ejerce con la colaboración de quien lo sufre, hay que reconstruir el sistema de relaciones en que se sostiene y analizar en detalle cómo funcionan el carisma y el consentimiento generalizado. Porque solo hay revolución posible –social, económica, artística— si se ponen en cuestión los puntos de vista dominantes.
A partir de ejemplos y citas que administra magistralmente para captar la atención de sus estudiantes, Bourdieu disecciona el mundo social como un lugar de luchas por imponer la visión legítima y correcta, con el capital simbólico como arma privilegiada. Radiografía deslumbrante del fetichismo del poder, este libro culmina una empresa intelectual que sigue siendo inspiración y herramienta para las ciencias sociales.