En el departamento de jardinería está el área que mi mamá bautizó hace mucho tiempo como “reparto genocidio”.
El reparto genocidio está compuesto por anaqueles repletos de objetos que sirven para matar casi todo lo que esté vivo en estos momentos en el país. Los productos mortíferos son de una gran variedad, tamaños, formas, colores y métodos de asesinato.
Trampas, sprays, venenos líquidos, cremosos, sólidos, gaseosos. Aparatos que se conectan a la electricidad y expanden luces que matan, olores que matan, aires que matan. Dulces para dejar estériles a los insectos, alimentos falsos para engañar a los ratones, hurones, zorros, lirones, serpientes, malas hierbas. Escopetas de anestesia para adormecer animales grandes y fuertes.
Nosotros no queríamos matar nada, solo buscábamos comida para nuestro sapo. Pero no la encontramos. Así que decidimos darle cosas parecidas a las que comíamos nosotros.