La TCC se ha vuelto muy conocida a lo largo de los años, ya que muchas personas son muy conscientes de su uso y eficacia actual en el tratamiento de trastornos conocidos como la depresión y la ansiedad. Esta no es una terapia nueva en lo absoluto, y tiene una estructura que hace que los resultados/factores sean fáciles de medir, lo que ha hecho que sea fácil tener muchos ensayos clínicos exitosos y ser un tratamiento aprobado y utilizado por el NHS del Reino Unido.
El Espiral Hacia El Éxito
En la década de 1960, un psiquiatra llamado Aaron T. Beck trataba a individuos que sufrían de depresión. Quería entender mejor la legitimidad de los métodos de psicoanálisis hechos famosos por Sigmund Freud. Aunque Beck comenzó a hacer algunas investigaciones y experimentos con la esperanza de verificar las técnicas de tratamiento pertinentes, descubrió que los métodos tenían muy poco o ningún efecto positivo en los pacientes que estaban deprimidos. Al encontrar esta gran revelación, Beck no tuvo otra opción que desarrollar otros métodos nuevos y eficaces para ayudar a sus pacientes. Como resultado, Beck desarrolló los métodos de tratamiento de la TCC con la ayuda de otras figuras conocidas y célebres como Albert Ellis.
Desde que el Dr. Beck comenzó a tratar a sus pacientes deprimidos con sus nuevos métodos terapéuticos, la TCC se convirtió en uno de los tratamientos mejor vistos para la salud mental.