Henry no tiene suficiente imaginación –dice–. Es falso. Tampoco es suficientemente sencillo. Es él el que me ha hecho complicada, el que me ha desvitalizado, me ha matado. Ha creado un personaje ficticio que le haga sufrir tormentos, a quien odiar; para producir ha de cargarse de odio. No creo en él como escritor. Tiene momentos humanos, naturalmente, pero es un embaucador. Él es todo lo que dice que soy yo. El mentiroso, falso, bufonesco y actor es él. Es él el que busca dramas y crea monstruosidades. Detesta la simplicidad. Es un intelectual. Busca la simplicidad y luego empieza a distorsionarla, a inventar monstruos. Todo es falso, falso.