La condena y otros relatos

Del mismo modo, en Ante la ley –el segundo texto de esta selección–, Kafka no plantea una ley que condene al hombre si sale de ella, sino a un hombre condenado a no poder «entrar en la ley». Se trata –como ya lo dijera Erich Fromm– de una condena a la esperanza, que en su sentido literal deriva de esperar.

Analizándolo más atentamente, hasta parecía posible que los cuidados que Georg pensaba prodigar a su padre llegaran demasiado tarde

hasta que el amigo, contra todas las intenciones de Georg, comenzó a interesarse por ese extraño acontecimiento

La desobediencia de Max Brod, que este fundamenta diciendo que Kafka se lo ordenó precisamente a quien sabía que nunca sería capaz de cumplirlo, ha conservado completa la obra de Kafka

Indicios de la reinterpretación de una autoridad compuesta por el que manda –el padre, el patrón, el fuerte, Dios– y el que obedece –el hijo, el asalariado, el débil, el religioso–. Es de esta reinterpretación de La condena de la que hay indicios en la cábala Kafkiana. Según Kafka, no se trata ya de esperar a un Mesías:
El mesías sólo vendrá cuando ya no sea necesario; vendrá un día después de su llegada; no vendrá el último día, sino el ultimísimo día.

Este vínculo entre padre e hijo debió de ser el factor común en una terna de cuentos entre los que se encontraba La condena, y que su autor planeaba llamar Hijos