Una deliciosa e imprescindible novela, que nos emociona con su rabiosa cotidianidad. Leemos en sus páginas: “Los deseos son de gran utilidad. Son el lubricante que hace girar el engranaje a falta de otra cosa”. Y en el mundo de Marina, la protagonista, durante un tiempo no había otra cosa, solo soñar. “La utilidad de los deseos” fue finalista en 2004 del Premio Nacional de Novela Corta Francisco Ayala. Escrita en primera persona, a modo del diario de diez días claves en la vida de la protagonista; refleja el antes y el después de los acontecimientos narrados, es el amor y el desamor. La relación con Eduardo, aparecido después de la ruptura con su anterior pareja. Nos cuenta su vida, el anecdotario de una mujer de cuarenta años, plagada de rutinas y en una sociedad casi siempre injusta. Una novela que llega con fuerza a nuestro corazón. La acción transcurre en Madrid, llena de personajes que pareciera que los conocemos de toda la vida; pero a la vez escuchamos la voz interior de Marina en un maravilloso monólogo con el diminuto ser que lleva en su vientre. Una novela inteligente, para disfrutar, para releer, emocionarnos y pensar que sigue habiendo futuro.
