Y fue la rabia, la rabia y la decisión de desempeñar un papel de hombre a pesar de todo, lo que le impulsó a presionar a Nel para que se decidiese. Necesitaba satisfacer alguno de sus apetitos, verse reconocido en alguna posición de adulto pero, sobre todo, quería que alguien se interesase por su dignidad ofendida y se la tomase muy en serio.