Las personas se ponen miles de excusas:
Es que no tengo dinero.
Es que esto es imposible.
Es que vivo en un país que…
Es que no quiero estar solo.
Es que, es que, es que…
Bien, ahora ya sabes que los «es que» son excusas de tu mente dominándote.
Y así será hasta que te haya dolido lo suficiente y te digas:
¡¡BASTA YA!!