El tiempo se disloca para narrar los antecedentes y las consecuencias de ciertos hechos trágicos ligados a las distintas generaciones de una familia y a una siniestra secta pagana de cuyas liturgias se desprende un mítico ser con cabeza de animal que interfiere en la vida de cada uno de los personajes.
Tomando como punto de origen la campaña del desierto, se va develando esta presencia fantástica en los distintos acontecimientos del país hasta nuestros tiempos.
Las historias familiares se vinculan intrínsecamente y confluyen en un mismo desenlace: un místico viaje final en tren sobre verdes llanuras; un último tren que conduce a la última estación en la que los propios demonios acechan.
En esta novela, lo fantástico y lo real conviven en experiencias psicológicas y mitológicas donde la locura parece justificar el orden mágico de nuestras vidas.