PELOS
Cada uno en la familia tiene pelo diferente. El de mi papá se para en el aire como escoba. Y yo, el mío es flojo. Nunca hace caso de broches o diademas. El pelo de Carlos es grueso y derechito, no necesita peinárselo. El de Nenny es resbaloso, se escurre de tu mano, y Kiki, que es el menor, tiene pelo de peluche.
Pero el pelo de mi madre, el pelo de mi madre, es de rositas en botón, como rueditas de caramelo todo rizado y bonito porque se hizo anchoas todo el día, fragante para meter en él la nariz cuando ella está abrazándote y te sientes segura, es el olor cálido del pan antes de hornearlo, es el olor de cuando ella te hace un campito en su cama aún tibia de su piel, y una duerme a su lado, cae la lluvia afuera y Papá ronca. El ronquido, la lluvia y el pelo de Mamá oloroso a pan.